Muchos eran artesanos (carpinteros, maestros albañiles); pero, también podían criar ganado, y en tal caso pagaban también un derecho a pastaje.
Por Carlos Arrizabalaga. 01 marzo, 2021.La candidata escogió ir a Tambogrande para defender su propuesta de segunda reforma agraria. La primera, fue a punta de pistola y el entusiasmo popular pasó rápido pues el modelo militar de la reforma agraria fracasó estrepitosamente.
Luego, vino una segunda reforma agraria, la que desarticuló las ineficientes cooperativas agrarias a punta de créditos a fondo perdido. Incluso se habla de una tercera reforma agraria, mucho mejor que la que promovieron la dictadura izquierdista o el populismo aprista, que en los últimos años formó valientes asociaciones de productores y promovió un verdadero desarrollo del campo.
Lo cierto es que la reforma destruyó una estructura social antigua y compleja, y dio al olvido un conjunto de palabras que nunca volverán a formar parte del vocabulario regional.
En los fundos y haciendas vivían patrones y caporales, que se encargaban de mantener en orden un sistema lleno de restricciones: “Las fainas, las obligaciones y los arriendos son una cuenta de que naides se escapa, siendo colono, pisante o criandero”, dice un personaje de Hildebrando Castro Pozo (1940). Y, definía “pisante” como el vecino de un fundo que no era colono ni peón. Pagaba alquiler y tenía obligaciones para con la hacienda.
Muchos eran artesanos (carpinteros, maestros albañiles); pero, también podían criar ganado, y en tal caso pagaban también un derecho a pastaje. Los peones trabajaban a sueldo sin más derechos que un pago, una comida y un lugar donde dormir. Los colonos habían adquirido la posesión de una parte de tierra del fundo, pero pagaban un canon en dinero, trabajo o frutos “y casi siempre en estas tres formas”, subrayaba Castro Pozo.
La “faina” era la jornada que realizaba un colono sin pago alguno. El arriendo podía ser lejos del chacarío por lugares sólidos, cerca al despoblado donde solo podían criar cabras y chivatos. Pagaban igual su derecho de piso, concepto que venía desde el siglo XVIII.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.